El punto antes de la FORMA

El punto antes de la FORMA


Es el lugar donde nada existe todavía.
Bajo ese principio que dice: “nada existe hasta que lo haces”.
Es la idea de que la realidad se construye a través de nuestras acciones y decisiones.


Un espacio donde todo es posible,
porque las cosas no tienen existencia inherente
hasta que son creadas
o manifestadas por la acción humana.

En otras palabras: 
la acción es lo que da forma y significado al mundo. (propio)


Pero todo es posible.
Es el lugar donde los sueños aún no tienen bordes
y el corazón estalla de repente.

El mío comenzó con dos alas prestadas.
Las de mi mamá,
que me enseñó a ser un cangrejo volador:
raro, gigante, soñador,
capaz de caminar hacia atrás
y aun así avanzar.

Y porque, también me enseñó que saber volar no es suficiente.
Que los sueños, para cumplirse, necesitan estructura.
Que una mujer como yo puede ser salvaje e histérica
sin dejar de ser brillante, honesta y fuerte.

Y mi papá,
que no dijo mucho,
pero en silencio me enseñó la paciencia.

Me enseñó que dominar los sueños de una mujer salvaje como yo
es proporcional
al número de plumas en mis alas prestadas.

Antes de la forma estuvo el punto.

Y en ese punto todo se redujo
a instantes fugaces de verdaderas posibilidades,
tan densas, tan improbablemente ciertas,
que solo me quedaba una opción:
clavarle un poco más de esperanza al corazón.

Ahora, en estos siguientes procesos creativos y
en la búsqueda constante, recopilación de información, registros y demás experiencias para probar esta certeza brutal que tengo de que incluso los cangrejos, también pueden volar.

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