
The Forma Mindset.
The Forma Mindset:
Cuando el proceso se convierte en el sentido.
Un manifiesto sobre las libertades que nos negociaron desde antes de darnos cuenta.
Advertencia amistosa (pero directa):
Nunca es tarde para decidir si quieres ser quien se dé cuenta primero.
“The Forma Mindset” nació como una filosofía de vida a partir de un(os) diálogo(s) infinito(s) y constantes con la duda,
((Duda sobre mi dirección,
Duda sobre el sentido,
Duda sobre si lo que sentía era suficiente para hacer de esto un camino,))
y su relación intrínseca con una serie de preguntas complejas, (y también supremamente existenciales), seguidas de una búsqueda insaciable por respuestas que pudieran darle un sentido al miedo y de hacerle capa y frente a la única certeza de esta vida:
es una sola.
Y pensar de manera obsesiva-(casi enfermiza)- que si no la hacía mía, se me iba a ir.
Esa búsqueda, llena de incertidumbres, paradojas y malestares, me llevó a una serie de acciones firmes y en la medida de lo posible, conscientes, que fueron esenciales para moldear lo que ahora entiendo por la negociación y las representaciones contundentes sobre mi propio proceso (en cursiva y negrilla)
-
“persigue tus sueños” = “perseguir un sueño no significa tenerlo todo al mismo tiempo”
-
“tener propósito” = “crear los propósitos”.
-
“qué valiente” = “La valentía no es cruzar el campo de batalla con la certeza de llegar al otro lado, sino seguir cruzándolo (entre tantas guerras perdidas) con la fé intacta de ser capaz de ganar la primera.”
El principio fundamental es que la negociación más importante es con nosotros mismos. Con nadie más. Y lo más importante y jodido de entender, es que siempre tenemos opciones que no necesariamente se alinean con nuestros anhelos.
Y entonces la pregunta se reduce a una sola: ¿nos quedamos estancados en lo que ya no resuena con nosotros, o nos movemos hacia el cambio?
Curiosamente, existe una respuesta para esa pregunta que considero la que más se acerca a esta filosofía:
No hay punto intermedio.
Tampoco existe una manera de hacer las cosas “bien”.
Solo existe hacerlo con verdad.
Y con corazón.
Es importante reconocer que existe dentro de nosotros una porción que ha convertido en realidad uno de los mitos más tóxicos de la experiencia de vida moderna: el mito de la perfección.
Este mito nos ha jodido la forma de relacionarnos con nuestro entorno, nuestras decisiones, nuestras formas de hacer las cosas.
Ha sido el campo de batalla donde cada guerra ha sido escenario de luchas constantes entre el “aquí y el ahora” y la alta (y probable) posibilidad de ver con ojos distintos un futuro incierto.
Esos nuevos ojos deberán tener determinación y enfoque,
pero también deberán aprender a soltar toda expectativa (imaginaria),
porque son esos los ojos que podrán ver que nuestro mundo es imperfecto… pero real.
Alimentar el mito de la perfección, en la superficie, nos brinda tranquilidad.
Nos conforma con el desafortunado hecho de que la mayoría de nosotros (por no decir todos) dudamos de nuestras capacidades,
de si somos buenos, de si somos suficientes,
o peor aún:
de sí sí somos importantes en el mundo.
El problema real (no imaginario) es tener los hu3v0s de aceptar y entender que no lo somos.
No somos importantes.
Y solo atravesando de manera consciente el proceso individual de “sanación” nos topamos con la buena noticia:
¡NO SOMOS IMPORTANTES!
Esto quiere decir que tenemos toda la libertad del mundo para equivocarnos.
Y eso, inmediata y paradójicamente, nos convierte en los seres más importantes de nuestra propia vida.
Tenemos el derecho —y la vida— para hacer con ella lo que nos dé la gana.
Entendiendo que no somos lo suficientemente importantes como para creer que podemos destruirlo todo, pero sí lo suficiente como para crear, moldear Y ajustar nuestros propósitos.
Entonces, cómo surge en el camino la reconexión de autenticidad, paciencia y transformación constante? es que el propósito de vida no es uno solo, sino que existe dentro del proceso de manifestar, crear, equivocarse, vivir, lo cotidiano y lo extraordinario.
Este es el núcleo de nuestra filosofía.
En un mundo donde cada vez todo es más rápido, en The Forma Mindset se aplican estos principios:
1. Alejarnos de la necesidad y la inmediatez
2. Ser conscientes (en la medida de lo posible, de cada paso que damos)
3. Escuchar nuestras emociones conectando con nuestra esencia más profunda
4. Dejar de lado las expectativas ajenas y vivir de forma auténtica.
5. El verdadero crecimiento sucede en el día a día, en los errores, en la impulsividad, en la intensidad, en los logros y hasta en los hoyos más oscuros.
6. Aplicar la virtuosa habilidad de la paciencia hasta para descubrir quién eres, qué te mueve y cómo y qué tienes que hacer para transformar el mundo que te rodea.
7. La creatividad nace de la quietud. Ser, escuchar, meditar y abrirle un espacio más amplio a la intuición, es siempre la respuesta.
No hay lugar para vivir todos los días en expectativa ni inmediatez, ni para la autocrítica destructiva.
Sabemos que el camino no es lineal, y que habrá momentos de frustración, más dudas y nuevos desafíos; pero lo que realmente importa es la capacidad y la resiliencia necesaria para tender nuestra propia mano y levantarnos solos.
The Forma Mindset significa que prestar atención, no es solo estar presente. El propósito no está afuera, está dentro de ti, esperando a ser descubierto, cultivado y manifestado. Es la habilidad de transformar cada instante de tu vida en una creación consciente.